Reseña de Javier Rodriguez, dueño de la Librería Cervantes de Alcalá de Henares.
http://www.lalibreriadejavier.com/?p=11521
Marina Fernández Bielsa nos sorprende con su primera novela y que no es sino un pequeño ajuste de cuentas con su pasado. Un ajuste de cuentas que no es sino una reordenación de sentimientos y de etapas de amistad y amor. Como muy bien expresa en ese libro -que particularmente me marcó a mí bastante- “Tokio ya no nos quiere” de Ray Loriga, la memoria es el perro más estúpido, le lanzas un palo y te trae cualquier otra cosa. Un texto breve, con una narrativa cargada de sentimientos pasados y con banda sonora. A lo largo de todo el texto la autora nos va recordando esas canciones y letras que marcaron cada etapa de la existencia de la protagonista. Y lo hace con la sabiduría de reflejarnos un tiempo que todos hemos recorrido. Son años de transición y guateques. Son edades en que los enamoramientos, por el desfase de años, no son correspondidos como debieran. Son espacios de maduración y pérdidas, de reajuste de nuestra existencia. Una lectura que se hace de una vez y que fluye con gran suavidad. Una prosa que nos invita a saborear esas experiencias que todos hemos tenido en nuestros años de juventud y que, mucho tiempo después, ya, no son sino esas postales que descubrimos un buen día en el trastero de casa o hurgando entre los restos que dejan nuestros familiares al irse definitivamente. Y descubrimos que éramos otros, muy diferentes a como creemos. Muy diferentes a como creían. en fin, muy diferentes a lo que somos en este momento, en el que todos esos amigos que nos acompañarían a lo largo de nuestras vivencias han desaparecido con rapidez. Y nuestra existencia se ha ido acoplando, paulatinamente, a los tiempos.
Diana, la protagonista de la historia, es amiga de Óscar, que se siente atraído en la sombra por ella, y de Rebeca, que desea a Óscar. Y Diana, sin quererlo, acaba enamorándose de un tercero, Miguel, siete años mayor que ella y que, cuando cree alcanzarle, como la tortuga de Zenón nunca siendo alcanzada por Aquiles, siempre está en otro lugar y con otra diferente. En una vuelta al pasado, trabajando de periodista en Alicante, cae en casa de Óscar, un antiguo amigo del colegio y que yace postrado en cama. Los recuerdos afloran a su mente y no queda otro remedio que adecuar los sentimientos a los hallazgos.
Una lectura sencilla, como debe ser una primera obra de un autor. En ella nos ilustra con músicas de cada momento vivido y con una bitácora de libros que todos hemos leído y nos han marcado en la juventud, en esos años de madurez y altibajos. Una obra asentada en relaciones de amistad y que no necesita profundizar en otras relaciones, como las de los lazos familiares, para recrearnos una sencilla trama de amores no correspondidos. El descubrimiento del primer amor y la primera relación contadas con abrumadora simpatía y claridad. Un relato que nos hace pensar a todas luces, como toda primera obra de autor, en pinceladas autobiográficas de la escritora en sus jóvenes años.
Diana, la protagonista de la historia, es amiga de Óscar, que se siente atraído en la sombra por ella, y de Rebeca, que desea a Óscar. Y Diana, sin quererlo, acaba enamorándose de un tercero, Miguel, siete años mayor que ella y que, cuando cree alcanzarle, como la tortuga de Zenón nunca siendo alcanzada por Aquiles, siempre está en otro lugar y con otra diferente. En una vuelta al pasado, trabajando de periodista en Alicante, cae en casa de Óscar, un antiguo amigo del colegio y que yace postrado en cama. Los recuerdos afloran a su mente y no queda otro remedio que adecuar los sentimientos a los hallazgos.
Una lectura sencilla, como debe ser una primera obra de un autor. En ella nos ilustra con músicas de cada momento vivido y con una bitácora de libros que todos hemos leído y nos han marcado en la juventud, en esos años de madurez y altibajos. Una obra asentada en relaciones de amistad y que no necesita profundizar en otras relaciones, como las de los lazos familiares, para recrearnos una sencilla trama de amores no correspondidos. El descubrimiento del primer amor y la primera relación contadas con abrumadora simpatía y claridad. Un relato que nos hace pensar a todas luces, como toda primera obra de autor, en pinceladas autobiográficas de la escritora en sus jóvenes años.
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